Vivimos en tiempos de stress permanente, era de comunicaciones, donde hasta tener un celular nos estresa, Corremos todo el tiempo… ¿atrás de qué corremos?, dónde todo últimamente nos altera, dónde no escuchamos, y lo peor aún es que no nos escuchamos.
No sabemos escuchar las señales que recibimos de nuestro cuerpo, es fácil cuando nos sentimos mal ir al médico, especialista en cardiología, especialista en neurología, especialista en traumatología……etc… Todos especialistas, pero la pregunta es; ¿Por qué no me detengo a SENTIR qué cosa es la que pasa por mí?, porqué no entiendo que soy una unidad y mis emociones afectan cada parte de mi cuerpo, que mi cuerpo es consecuencia de mis pensamientos y emociones.
¡Darnos cuenta es la tarea!!! Poder detenernos unos minutos a sentirnos, a escuchar todas las señales que el cuerpo nos grita permanentemente, para poder entender que pasa por nosotros y así darle sanación a nuestro Ser en su totalidad, Mente, Cuerpo, Emociones y Espíritu. Vivir en armonía con nosotros y en resonancia con la naturaleza, es en parte lo que os propongo, para poder llevar una vida plena, vital, saludable y armoniosa.
Para ello una de las terapias alternativas que es muy interesante incursionar, sentirla y vibrarla en cada una de nuestras células, en nuestras emociones, pensamientos y espíritu es la AROMATERAPIA, una alternativa que ayuda eficazmente en todos los procesos de sanación, ya sea como acompañamiento de algún tratamiento médico, psicológico, cosmetológico, estético, espiritual, en forma independiente, etc.
Y Aquí explico por qué
De prestar atención a esta alternativa tan eficaz:
Describamos primeramente el término Aromaterapia: “Aroma” cuyo significado es “Fragancia”, “olor muy agradable” y “terapia” que significa” tratamiento que cura afecciones físicas y mentales”. Por lo tanto Aromaterapia, es una terapia natural que utiliza los aceites esenciales con finalidades terapéuticas.
Y entonces…
¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son olorosos y sumamente volátiles, se evaporan enseguida expuestos al aire. Son del todo diferentes a los aceites grasos y tienen una consistencia más parecida al agua que a un aceite. Su composición química es compleja, pero generalmente contienen alcoholes, ésteres, cetonas, aldehídos y terpenos. Las sustancias odoríferas se encuentran en los cloroplastos de las hojas. Allí se combinan con glucosa dando lugar a glucósidos, que son transportados por las estructuras de la planta.
La mayoría de las esencias son incoloras, aunque unas cuantas especialmente las absolutas tienen color, unas rojo, la benzoína, verde, la bergamota, amarillo, el limón, azul la manzanilla, naranja, la naranja. Son solubles en alcohol, éter y aceites fijos, pero insolubles en el agua.
Los aceites esenciales son sustancias naturales, orgánicas. Son como la leche dentro del pecho de la madre, una parte de la planta y sin embargo, una sustancia separada del resto de la planta. Mientras se las conserva en las debidas condiciones, no pierden su calidad orgánica y conservan por lo mismo su valor terapéutico. Aunque las propiedades de las esencias no son siempre exactamente las mismas de las plantas de que proceden, esas esencias representan a las plantas en un grado muy alto. La esencia en cuestión puede no contener todos los componentes químicos de la planta, pero su vibración es similar, resulta que tiene las mismas propiedades. La esencia no es la planta, pero habla por ella y tiene las mismas propiedades. La esencia, como lo indica su nombre está más concentrada y es más sutil que la hierba dada, actúa a niveles más altos y tiene un efecto emocional más profundo.
Se diferencian de las sustancias sintéticas o inorgánicas, porque éstas no poseen Fuerza Vital, no son dinámicas. Son sustancias orgánicas las que se encuentran en la naturaleza, como los aceites esenciales.
Orgánico, quiere decir también estructural, algo que se caracteriza por la coordinación sistemática de las partes de un todo. La naturaleza tiene una estructura que no se puede duplicar artificialmente. Podemos sintetizar sustancias químicas pero no podemos estructurarlas de modo alguno.
El método más común en la obtención de los aceites esenciales es la destilación, método utilizado en la mayoría de las plantas, en los cítricos es utilizado la prensión en frío.
Estos aceites aparecen en forma de gotillas diminutas en gran número de plantas. Pueden encontrarse en las raíces, como el cálamo aromático, hojas (Romero), Flores (lavanda), corteza (canela), resinas (Mirra) y en la cáscara de algunas frutas.
La cantidad de esencia existente en la planta varía entre alrededor de un 0,01% hasta el 10% o incluso más. Los pétalos de rosas por ejemplo poseen poca esencia y se necesitan hasta 2000 Kg. de pétalos para obtener un kilo de aceite.
El calor, la luz, el aire y la humedad deterioran generalmente los aceites esenciales. Por ese motivo hay que conservarlos siempre en botellas oscuras y herméticas y en sitios frescos y secos.
La diversidad en compuestos bioquímicos y sus funciones contenidos en los aceites esenciales, nos permite comprender el gran campo de acción que tienen, con las siguientes propiedades: Anti infeccioso ( antibacteriano, antivírico, anti fúngico), antiparasitario, antihelmíntico, antiséptico, antiinflamatorio, anticoagulante, antialérgico, antiálgico, analgésico, anestésico, antiespasmódico, ansiolítico, anti hipertensor, antileucémico, antiasténico, endocrinoregulador, inmuno-estimulante, neurotónico, son algunas de sus propiedades.
¿Cómo funciona el aroma emocional y mentalmente?
Nuestro primer receptor es el olfato y es aquí donde comienzan los procesos de relajación o no Y veamos porqué: El interior de la nariz se encuentra siempre húmedo, y las partículas del vapor aromático se disuelven en esta humedad. Los nervios olfativos sólo pueden detectar partículas aromáticas cuando se encuentran en esta forma líquida.
Desde el cuerpo principal de cada nervio olfativo se extienden varios filamentos llamados cilios hacia el interior de la capa de humedad (moco) de la nariz, y las extremidades de estos filamentos están equipados con receptores que detectan la presencia de cualquier partícula aromática. La información de estas partículas pasa a lo largo de los cilios hasta el cuerpo de la célula. De aquí fibras nerviosas más largas transmiten esta información al cerebro, pasando a través de la lámina ósea en la parte superior de la nariz (lámina cribiforme). El cerebro identifica el olor particular y tomamos conciencia de que lo percibimos.
Todo este proceso sucede de forma instantánea. Los receptores en las puntas de los cilios son de forma variada, como también son de forma variada las moléculas que componen cualquier cosa que tengan olor de acuerdo con su origen, y cuando los receptores del olor entran en contacto con moléculas que se corresponden con su propia forma, se desencadena el proceso que transmite la información al cerebro. El cerebro identifica el olor de acuerdo con el tipo de receptor que lo ha captado. Esto no quiere decir que la información transmitida indique fruta o perro: estas distinciones provienen de áreas cerebrales asociadas en las que se almacenan los recuerdos de anteriores experiencias olfativas. Esto se registra en una de las áreas más antiguas del cerebro, es decir en una parte del cerebro que ya se encontraba desarrollada en nuestros más antiguos y primitivos antepasados. Estamos hablando del área Límbica del cerebro que ya por entonces se encontraba muy bien desarrollada. Esta parte del cerebro está relacionada con numerosas actividades vitales para la supervivencia: el sueño la respuesta sexual, la sed, el hambre, la memoria y también el olor.
Aunque el hombre civilizado depende mucho más de las áreas del cerebro que se desarrollaron más tarde, para coordinar las actividades del habla y las actividades intelectuales, creativas, mecánicas, el antiguo conocimiento se encuentra todavía ahí. Sin embargo, en el hombre moderno, la asociación de ideas y recuerdos con los olores está asociada con el aprendizaje consciente, La asociación de un perfume con una persona o lugar aprendida y hasta cierto punto controlada por los procesos conscientes. La memoria de los olores es muy difícil de alterar por el razonamiento consciente, Por ejemplo si sentíais pánico ante un profesor de escuela que acusaba un determinado perfume, es probable que os sintáis nerviosos y ansiosos si cada vez que encontréis una persona con dicho olor, incluso si os dais cuenta de que la situación presente no constituye ninguna amenaza para vosotros.
Del mismo modo este proceso sucede al revés, los olores asociados a momentos felices, o con gente que queríamos mucho, nos hará sentir relajados y felices gracias a dicha asociación ya que trae a nuestra memoria el recuerdo de aquellos momento Para comprender las acciones físicas de los aceites esenciales sobre el cuerpo, basta saber que el área del cerebro en la que se registra el olor se halla unida por vías nerviosas al hipotálamo, estructura en la base del cerebro que se halla involucrada en la regulación de muchas e importantes actividades corporales, como el sistema endocrino, que controla la secreción de hormonas que afectan al crecimiento, el sexo, el metabolismo y otras funciones; el sistema nervioso autónomo, que controla la mayor parte de las actividades inconscientes que mantienen la vida, como la digestión, la frecuencia del latido cardíaco y de la respiración y el control de la temperatura corporal y del hambre.
El modo en que los impulsos procedentes de la parte del cerebro que registra el olor no lo conocemos, la conexión es fácil de observar; Oler un buen alimento hace que nos sintamos con apetito, los malos olores, pueden hacer que vomitemos y ciertos olores pueden despertar deseos sexuales.
Tal vez algún día se conozca el porqué ocurren estas reacciones, pero para la aromaterapia, basta saber que ocurren.
El cómo y porqué afectan nuestras emociones y nuestra mente está menos claro aún, y no es casualidad que muchos aceites esenciales considerados como antidepresivos sean el producto de flores estivales: rosa y jazmín, lavanda y geranio y cítricos. A un profundo nivel inconsciente evocan los calurosos días de verano, los jardines, tal vez las vacaciones y para la mayoría de la gente éstas son asociaciones felices.
El aroma terapeuta debe saber que el cliente siempre seleccionará los aromas que tienen las asociaciones más felices, incluso si éste no sabe que es por eso que prefiere dicho aroma. Esta asociación de aromas y situaciones debe ser siempre bien aprovechada por el terapeuta.
El masaje siempre produce una relajación muscular y un bienestar general aún sin el empleo de los aceites esenciales. Si para el masaje se emplea una mezcla de aceites agradables para el cliente, el aroma se asociará también con sensaciones de placer y relajación. Cada vez que se huela esta mezcla en el futuro, tanto en perfumes, baños, en la habitación ó en otro masaje, invocará las mismas sensaciones causadas con anterioridad o sea de relajación y placer, siendo esto muy útil para personas que sufren de estrés, tensas o bien ansiosas.
Otro aspecto a considerar de los aceites esenciales y su efecto sobre la mente es el del equilibrio entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro. Sabemos que el lado derecho del cerebro se asocia particularmente con el pensamiento y el comportamiento intuitivo, mientras que el lado izquierdo del cerebro se relaciona más con los procesos lógicos e intelectuales. Cuando ambos hemisferios se encuentran en armonía uno con el otro, experimentamos sensaciones de calma y bienestar tanto mental como físicamente.
Algunos experimentos con gente cuya actividad cerebral fue monitorizada mediante un electroencefalograma, mostraron que, cuando inhalaban aceites esenciales, la actividad de ambos hemisferios entraba en una simetría más estrecha entre ellos. Este efecto aparecía casi inmediatamente después de haber olido los aceites esenciales. El mismo grupo mostró también que aceites como los de albahaca y romero que son asociados con la claridad mental, producían patrones de ritmo cerebral que mostraban un estado de alerta, mientras que los antidepresivos calmantes como el jazmín, rosa y neroli, incluían ritmos que mostraban a la mente aproximándose a un estado de meditación.
En aromaterapia como en otras terapias se le asigna una enorme importancia a la relación mente, cuerpo y emociones, particularmente las enfermedades psicosomáticas, como el estrés.
La pregunta es ¿Cómo puede el efecto de los aceites esenciales actuar sobre la mente y ayudar a curar el cuerpo?
Como dije anteriormente todavía no se conocen todas las respuestas, pero se sabe que el hipotálamo se halla implicado en este proceso. El hipotálamo es una estructura en la base del cerebro descrita a menudo como el lugar donde mente y cuerpo se encuentran. Regula los sistemas endocrino y nervioso y a través de ellos puede influenciar cualquier órgano del cuerpo y una gama muy amplia de procesos corporales. El hipotálamo está conectado por vías nerviosas con las diversas partes del cerebro y su conexión con el área límbica del cerebro es muy fuerte. Una típica secuencia de acontecimientos podría ser la siguiente: la nariz huele a los lobos, el área límbica del cerebro registra el peligro pasan hacia el hipotálamo, éste transmite señales a la glándula hipofisaria, que gobierna todo el sistema endocrino, las glándulas adrenales comienzan a bombear adrenalina de inmediato, la adrenalina entra en el torrente sanguíneo, la sangre enriquecida en adrenalina hace que el corazón lata más rápido y más fuerte y que la frecuencia respiratoria aumente, de modo que pueda bombearse a los músculos una mayor cantidad de sangre y oxígeno, volviéndonos más capaces de combatir ó huir. Al mismo tiempo la sangre es desviada de la piel y los órganos digestivos en dirección al corazón y los músculos. Todo esto tiene lugar en menos tiempo que dar vuelta la página.
La reacción de aumento de adrenalina tiene lugar en todo tipo de situaciones estresantes. El cuerpo no quema el exceso de adrenalina, con el tipo de actividad física al que va destinada, de modo que podemos sentirnos un poco trastornados e incluso enfermos durante algunas horas. Cuando este tipo de situación se repite a menudo, el cuerpo puede empezar a manifestar síntomas físicos, las glándulas adrenales se aproximan al agotamiento, llegando a enfermedades como el estrés.
Lo importante es enviar mensajes agradables y relajantes al cerebro, este se encargará de revertir el proceso. El hipotálamo recibe impulsos que comunican seguridad, así que mantendrá los sistemas corporales en un estado de equilibrio en el que todos los órganos y procesos pueden funcionar de modo eficiente.
Como vemos los aceites esenciales actúan tanto en el organismo ,(Físico) atacando y tratando diferentes afecciones y enfermedades como lo hacen también a nivel mental , calmando la mente aportando claridad en el pensamiento , serenando las emociones , produciendo paz y armonía espiritual. Los cambios que se producen con la utilización de aceites esenciales ya sea en distintas afecciones, tratamientos médicos, estéticos, como en baños, inhalaciones etc. lo he visto manifestado en el campo energético a través de la toma de fotografía Kirlian, que registra el campo electromagnético humano (aura), aquí se puede observar los cambios producidos en los distintos cuerpos, (físico, mental, emocional y espiritual).